EXPEDICION NORUEGA 91
(Sistema integral RAGGE-JAVRI-RAIGI)
Hellemojford, Nordland (Noruega)
En Agosto del 1991, miembros del Grupo Espeleológíco La Lastrilla partimos hacía tierras noruegas, con el afán de conocer cavidades un poco distintas de las nuestras.
Nuestros objetivos
- ser una de las
primeras expediciones de Cántabros al extranjero
- contactar con espeleólogos de otras nacionalidades
- prospectar, visitar y explorar el Karst de Noruega
Primero debimos llegar al pueblo de Drag, situado al norte del Círculo Polar Artíco. Allí cogimos un barco que nos conducirá a la aldea de Musken. Este pueblecito en el interior del fiordo de Hellemojford, aunque aislado a una media hora de Drag, posee todos los adelantos de la técnica, ya que es una concentración escolar de los alrededores.
Una vez allí, debido al período vacacional, tuvimos la suerte de poder alquilar la escuela. Contratamos los servicios de un pescador de 80 años para que nos llevase hasta las inmediaciones de la sima. Con nuestro buen amigo IVAR nos entendimos por gestos y señas, ya que era de los pocos que en el pueblo no hablaba inglés. Para quedar a una determinada hora no teníamos más que mover las agujas de nuestros relojes y nuestro viejo patrón allí estaba fiel a nuestra causa.
El acceso a la cavidad no es muy fácil. A unos 20 minutos de recorrido en barco a motor encontramos, según nos adentramos en el fiordo a mano derecha, un pequeño saliente con grandes bloques. Todo esto es visible desde el pueblo. Desde aquí tomaremos un camino que recorre un frondoso bosque y, durante una hora y cuarto, ascenderemos hasta lo alto del fiordo. Tras 20 minutos de recorrido por terreno llano, llegaremos a un sumidero por donde se introduce el río que discurre por la cavidad; en las inmediaciones y con una localización no evidente se encuentra la boca superior del sistema.
Para llegar a las bocas inferiores, navegaremos otros 15 o 20 minutos más hasta llegar a la surgencia que se halla por debajo del nivel del mar; 3 m. por encima se encuentra la boca más baja del sistema y 114 m. por encima se encuentra la boca intermedia (Mistral). Para acceder a la boca más baja es preciso equipar un pasamanos hasta una plataforma cercana, donde poder aguardar la llegada del bote que nos recogerá. Allí hay un gran hito de piedras que nos señala la proximidad de las bocas. La instalación de este pasamanos es importante si queremos salir por la boca inferior. La boca intermedia (Mistral) se halla en una pared donde colocaremos otro pasamanos en una estrecha repisa que nos da acceso al laminador de entrada. La localización no es muy difícil, aunque a nosotros nos costó una par de salidas debido a la espesa vegetación.
La cavidad está desarrollada en mármoles a través de una fractura claramente definida.
Es de destacar la escasa verticalidad de la sima, ya que de todos los pozos, solamente un P-30 y unos 15 m. del P-138 poseen tramos aéreos. El resto son ramas de gran inclinación que exigen la instalación de numerosos fraccionamientos.
El agua no plantea problemas en el curso de la travesía, ya que se avanza por conductos diferentes. En cuanto al recorrido es bastante evidente y, sólo recomendamos, hacer una entrada previa por las bocas inferiores, ya que por su complejidad y estrechez pueden retrasarnos. Además, a pocos metros de la boca intermedia, el paso puede verse interrumpido por un tapón de hielo. Este paso se llama "La escalada de hielo" y nosotros nos la encontramos totalmente limpia.
La cavidad es fría (3-4 C), con mucha corriente de aire, así que resulta necesario abrigarse y no pararse quieto mucho tiempo.
No todo fueron problemas o inclemencias, aunque algunos opinaban lo contrario por no poder dormir. A causa de las fechas en que se realizó la expedición contábamos con luz solar, aunque no muy intensa, durante las 24 horas del día. Esto permitía caminar a avanzadas horas de la “noche” sin la ayuda de luz artificial.
La expedición duró 25 días, de los cuales 12 se emplearon en los viajes de ida y regreso, ocupando el resto los preparativos y la exploración.
Extracto artículo BCE, nº 9, nov.93
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