Picos 1996

CASTIL - TORTORIOS 1996 

 

Cuando la niebla se levante

se hará presente la desolación.

( ... )  

eso, cuando se levante la niebla

pero entre tanto el catequista

ordena que gocemos de esta bruma.

 

de   “Niebla”.

Mario Benedetti.

 

PEÑA CASTIL '96: -1.000, ¿MISION IMPOSIBLE?

Una tierra, Cantabria y Asturies. Un país con dos naciones. Dos pueblos separados por un río que, de estar seco, los separaría aún más, pero que nace bajo unas montañas que los unen. Unas montañas, la Mala Tierra, los Picos de Europa, nombrados por los navegantes, que guardan en sus entrañas más tesoros que todas las cimas vencidas -que sepamos- desde el pasado siglo por extranjeros. Y así los extranjeros también han marcado las etapas de la exploración espeleológica hasta nuestros días. Pero hoy nuestros dioses, Deva y Taurán (la diosa de las fuentes y del agua y el dios de las tormentas y la guerra), nos han sido favorables. Y ello, sumado al trabajo y a la colaboración de un montón de gente, ha convertido en realidad el sueño de alcanzar la cota que hace mítica a esta tierra lejos de nuestras fronteras, los 1.000 metros de profundidad.

Hay algo que nos empuja a venir a estas montañas. Quizá sea la memoria que también compartimos con otros compañeros. Una memoria que no sabemos de dónde nos viene. Una memoria que tal vez provenga de las entrañas de la tierra misma. Una memoria que nos ha sido transmitida a través de la sangre de los padres de nuestros padres, a través de los siglos y los tiempos. ¿Por qué sentimos esta tierra tan dentro de nosotros?. ¿Por qué cuando contemplamos ese mar de niebla allá abajo y los picos más altos como islas ingrávidas nos transportamos a las remotas épocas de los Antiguos, más allá de la Historia?.

Ellos -los Antiguos- son la otra gente, los que viven en otro tiempo más allá de la niebla, ocultos en las fuentes y en las cuevas. Nosotros sólo oímos el ronco y apagado gemido de sus gaitas guiándonos hacia lo desconocido, siempre un poco más lejos, siempre un poco más abajo...

 

José Luís Del Río

 

 

 Fotos: Javier Lusarreta, Mercedes Hernando